INTRODUCCIÓN
En un mundo que avanza a pasos agigantados hacia la globalización y la urbanización de las zonas rurales frecuentemente quedan relegadas a un segundo plano en lo que respecta al desarrollo y al crecimiento económico. En Perú, las zonas rurales representan una parte significativa de la población y la economía del país. Según los datos más recientes del INEI (2022), la población total de Perú en 2023 es de 33 millones 726 mil habitantes. Si consideramos que el 21.70% de esta población vive en zonas rurales, esto equivale a aproximadamente 7.3 millones de personas, por ello siguen representando una parte significativa de la población y juegan un papel crucial en la economía del país. En esta línea Arias (2008), estas áreas rurales son de vital importancia para la sostenibilidad de nuestras sociedades y economías dado que son el hogar de una inmensa diversidad de recursos naturales y culturales, y representan una fuente inagotable de riqueza y potencial. A pesar de su importancia, se enfrentan a un desafío crucial: ¿Cómo se puede, desde la gestión pública, potenciar el desarrollo de estas zonas rurales y al mismo tiempo crear oportunidades de crecimiento económico que sean sostenibles a largo plazo? Esta interrogante requiere una reflexión profunda y estrategias bien pensadas. Siendo de índole necesario encontrar formas innovadoras y efectivas de aprovechar al máximo el potencial de estas zonas rurales, garantizando al mismo tiempo su sostenibilidad para las generaciones futuras.
PROBLEMA
La problemática para promover el desarrollo económico sostenible en las zonas rurales de Perú es compleja, involucra desafíos interrelacionados como los altos niveles de pobreza rural, que alcanzan el 43.8% según datos del INEI (2020) involucra desafíos interrelacionados como los altos niveles de pobreza rural, que alcanzan el 43.8%, muy por encima del 19.2% en áreas urbanas. Esto se debe a la baja productividad agrícola evidenciada en el rendimiento relativamente bajo de cultivos clave como papa, maíz, arroz. Según la web de PotatoPro (2020) la Papa presenta un rendimiento promedio nacional de alrededor de 16.4 toneladas por hectárea. Sin embargo, hay una diferencia entre los promedios de la costa, que es de 18 toneladas por hectárea, y la sierra, que es de 15.4 toneladas por hectárea. En algunas regiones costeras como Ica, Arequipa y Lima, los rendimientos pueden alcanzar hasta 33, 32 y 28.5 toneladas por hectárea respectivamente. El diario La República (2019), señala que el rendimiento productivo promedio del maíz en Perú es de 15 toneladas por hectárea para el maíz choclo y entre 2 a 3 toneladas por hectárea para el grano seco (mote o canchita)2. Sin embargo, con el ingreso de nuevas variedades como la INIA 622 – Chullpi Sara, se espera que los volúmenes de producción aumenten a un promedio de entre 5,000 kilos hasta los 8,000 kilos por hectárea; y arroz. Agraria (2019), el rendimiento productivo promedio del arroz en Perú es de alrededor de 8.1 toneladas por hectárea4. Sin embargo, este rendimiento puede variar dependiendo de la región y las condiciones climáticas.
En la línea de los desafíos se denota el resultado del limitado acceso a tecnología, según un análisis de la universalidad de los servicios TIC en las zonas rurales y rurales aisladas del Perú, el país se encuentra en un estadio de tránsito a la Sociedad de la Información, en el paso del “acceso físico” (telefonía) al “acceso cultural” (acceso y uso eficiente de TIC), en concordancia con los compromisos internacionales. La capacitación e infraestructura adecuada de riego, en las zonas rurales de Perú, la formación y la infraestructura de riego adecuada son aspectos esenciales. Se estima que el 64% del área agrícola del país no cuenta con infraestructura de riego, lo que significa que sus cultivos dependen exclusivamente de las precipitaciones. Perú tiene una disponibilidad hídrica de 1 935 621 hm3, repartida entre sus tres vertientes hídricas: Pacífico, Atlántico y Titicaca. No obstante, la mayor parte de esta agua se desperdicia debido a la baja capacidad de regulación que se maneja con la infraestructura actual. La eficiencia en el uso del agua de riego es solo del 35%, lo que indica un alto nivel de desperdicio. Esto se debe, entre otras cosas, a su aplicación deficiente en las parcelas y al mal estado de conservación de las redes de conducción y distribución. Solo el 12% de los cultivos se riegan mediante sistemas de riego, mientras que el resto utiliza el riego por gravedad.
Finalmente, las zonas rurales enfrentan dificultades para acceder a los mercados para la venta de sus productos debido a limitaciones de conectividad e infraestructura vial. El aislamiento geográfico de muchas áreas rurales dificulta el acceso a los mercados. Además, la infraestructura vial deficiente, que incluye malas carreteras y falta de medios de transporte adecuados, agrava este problema. Los costos de transporte elevados pueden hacer que no sea rentable para los agricultores llevar sus productos al mercado.
Por otro lado, la degradación ambiental causada por prácticas no sostenibles conduce a la deforestación y pérdida de biodiversidad. Esta degradación de los bosques es un problema serio que no solo impacta en las emisiones de carbono y el cambio climático, sino que también destruye hábitats de plantas y animales, provoca erosión del suelo, sedimentación de ríos y riachuelos, y muchas veces destruye los medios de subsistencia de las personas pobres que dependen de los bosques.
Estos desafíos multidimensionales requieren una estrategia integral que aborde simultáneamente aspectos económicos, sociales, productivos y ambientales. Esta estrategia tiene como objetivo liberar el potencial de las zonas rurales promoviendo oportunidades inclusivas y sostenibles.
PROPUESTAS DE SOLUCIÓN
Para impulsar el desarrollo económico sostenible en las zonas rurales de Perú, se requiere una estrategia multifacética que incluya programas de capacitación agrícola y administración rural para mejorar la productividad; inversión en infraestructura vial y de riego para facilitar la producción y el acceso a mercados.
En el aspecto productivo, es clave implementar programas de capacitación agrícola adaptados a cada zona, enfocados en cultivos de alto potencial y en técnicas que eleven rendimientos de forma sostenible. Asimismo, se debe promover la organización de los pequeños productores en cooperativas y asociaciones para que accedan conjuntamente a financiamiento, insumos, tecnología, capacitación y mercados. También es importante invertir en infraestructura de riego tecnificado según cultivos y condiciones de cada localidad, para un uso más eficiente del recurso hídrico.
En el ámbito comercial, es prioritario desarrollar infraestructura vial estratégica que conecte zonas de producción rural con centros de acopio, procesamiento y mercados regionales. Asimismo, facilitar el acceso a servicios financieros y seguro agrícola a pequeños productores a través de modelos inclusivos y con enfoque rural. El agroturismo se presenta también como una alternativa para diversificar ingresos, rescatar patrimonio cultural y fomentar orgullo de las tradiciones locales. El fomento de la organización de pequeños productores en cooperativas para generar economías de escala; medidas para facilitar la agroexportación cumpliendo con estándares internacionales; el desarrollo del agroturismo para diversificar la economía rural; la promoción de prácticas agrícolas sostenibles para preservar los ecosistemas; y la ampliación de servicios sociales básicos como educación, salud y conectividad para mejorar el bienestar de la población rural.
En el aspecto ambiental, se debe implementar programas de pagos por servicios ambientales que compensen a pequeños productores por actividades de conservación de bosques y cuencas. Además, desarrollar marcas colectivas e impulsar sellos de denominación de origen para diferenciar productos en mercados.
En el ámbito social, es clave ampliar la cobertura de programas sociales en zonas rurales para reducir brechas en salud, nutrición, educación y conectividad.
Esta estrategia integral, que combina aspectos productivos, comerciales, ambientales y sociales, es clave para liberar el potencial de las zonas rurales promoviendo oportunidades económicas inclusivas y sostenibles. Finalmente, se deben fomentar alianzas mixtas entre el sector público y privado en estrategias de desarrollo económico rural sostenible. Y diseñar políticas e intervenciones específicas acordes a las necesidades y potencialidades de cada territorio. Una estrategia integral, coordinada y con pertinencia local es clave para impulsar el desarrollo económico inclusivo y ambientalmente sostenible en las zonas rurales del Perú.
CONCLUSIÓN
En conclusión, el desarrollo económico sostenible de las zonas rurales en Perú requiere la adopción de un enfoque integral basado en estrategias multidimensionales. La implementación efectiva de programas de capacitación agrícola, inversión en infraestructura productiva y vial, fomento de la asociatividad de pequeños productores, facilitación de agroexportaciones, desarrollo de agroturismo, y provisión de servicios sociales; permitiría impulsar la productividad, competitividad y resiliencia del sector rural peruano. No obstante, este proceso exige la coordinación intersectorial entre entidades públicas, privadas y sociedad civil, así como políticas específicas a las realidades locales. Solo a través de la participación conjunta se podrán superar las brechas estructurales que aquejan a las zonas rurales del país. En definitiva, se requieren intervenciones integrales y articuladas que aprovechen las oportunidades y potencial de estas áreas, asegurando los beneficios económicos, sociales y ambientales para las generaciones actuales y futuras. Las experiencias innovadoras en otros países ofrecen lecciones valiosas para encaminar procesos virtuosos de transformación rural sostenible en el Perú.
Referencias Bibliográficas
- Instituto Nacional de Estadística e Informática. (2023). Nota de prensa Nº 104 [PDF]. Recuperado de https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/noticias/nota-de-prensa-no-104-2023-inei.pdf
- Arias Gordoa, Mercedes. Diagnóstico participativo: un instrumento para el planeamiento estratégico en el desarrollo comunitario. Cátedra de Cooperación Internacional con Iberoamérica. España. 2008. pp. 14. http://www.ciberoamericana.com/documentos/coibaworkingpapers/CWP%202.pdf
- PotatoPro. (2020). Perú, líder de producción de papa en América Latina. Recuperado de https://www.potatopro.com/es/news/2020/per%C3%BA-l%C3%ADder-de-producci%C3%B3n-de-papa-en-am%C3%A9rica-latina
- La República. (2019). Perú tiene nueva variedad de maíz que rinde más de 8 mil kilos por hectárea1. Recuperado de https://larepublica.pe/economia/2019/11/27/peru-tiene-nueva-variedad-de-maiz-que-rinde-mas-de-8-mil-kilos-por-hectarea-inia
- Agraria.pe. (2019). Perú se ubica entre los tres primeros países con mayores rendimientos productivos de arroz en el mundo. Recuperado de https://agraria.pe/noticias/peru-se-ubica-entre-los-tres-primeros-paises-con-mayores-ren-21883
- Vinelli Ruiz, M. (2021). La brecha de infraestructura de riego en el sector agropecuario. Conexión ESAN. Recuperado de https://www.esan.edu.pe/conexion-esan/la-brecha-de-infraestructura-de-riego-en-el-sector-agropecuario
- Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD). (s.f.). Accesso al Mercado. Recuperado de https://www.ifad.org/es/market-access
- Comité de Seguridad Alimentaria Mundial. (2015). Vinculación de los pequeños productores con los mercados. Recuperado de https://www.fao.org/fileadmin/templates/cfs/CFS43/MS207_Food_Sec_General_Smallholders_sp.pdf
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